Descripción y Funcionamiento del Hydraulis
Un soporte generalmente ortogonal, sobre la que había una cisterna metálica cilíndrica o rectangular servía de base para el Hydraulis. Dicha cisterna tenía generalmente dos émbolos cilíndricos flanqueándola, y sobre todo ello se encontraba una caja rectangular de dimensiones parecidas a la base, en la cual se apoyaban los tubos por donde salía el aire y que aproximadamente suponían de un tercio de la altura total del instrumento. El número de estos tubos podía variar, pero parece que lo más extendido es que fueran alrededor de ocho.
Las representaciones que se conservan del Hydraulis han servido para llegar a una idea bastante cercana de lo que pudo haber sido este instrumento, sin embargo no se puede saber con exactitud cómo estaba construído, o con qué materiales, de modo que se llega a un punto en que pesan más las deducciones o elucubraciones que los datos comprobables.
Las representaciones que se conservan del Hydraulis han servido para llegar a una idea bastante cercana de lo que pudo haber sido este instrumento, sin embargo no se puede saber con exactitud cómo estaba construído, o con qué materiales, de modo que se llega a un punto en que pesan más las deducciones o elucubraciones que los datos comprobables.
La clave de su funcionamiento radicaba en el aprovechamiento de la tendencia del agua a buscar el equilibrio de su propio nivel (principio de vasos comunicantes) para poder así mantener una corriente contínua de aire en vez de usar la corriente discontínua de los fuelles.
El proceso se inicia mediante una palanca de primer grado, el mango A comunica el movimiento a un émbolo B en el cilindro lateral C. La válvula E se mantiene cerrada cuando el émbolo sube y abierta cuando baja para coger aire de nuevo. Esto hace que el aire sea empujado a través del tubo D llegando a la válvula F, que opera a la inversa que la válvula E, esto es abriéndose en el proceso de empuje del aire para dejarlo pasar al recipiente G.
La presión del aire realiza ahora dos labores: por un lado empuja el agua del recipiente G hacia abajo por los orificios I que están en su base y que comunican al recipiente G con la cisterna H; por otro lado el propio aire pasa por el conducto J hacia la caja eólica, que es la que distribuye el aire hacia los tubos sonoros. Al soltar la presión sobre el mango A el émbolo B desciende por su propio peso y la válvula E se abre mientras que la válvula F se cierra permitiendo una nueva entrada de aire exclusivamente en el cilindro lateral C. De modo que mientras esta fase de amortiguación se produce, el propio peso del agua desplazada hacia arriba en la cisterna H hace que ésta descienda y se introduzca a través de los orificios I en el recipiente G hasta igualar el nivel inicial con lo que consigue que el aire siga enviándose por el tubo J hacia la caja eólica. Estos dos movimientos simultáneos producen una corriente de aire contínua con un salto levemente perceptible.
La presión del aire realiza ahora dos labores: por un lado empuja el agua del recipiente G hacia abajo por los orificios I que están en su base y que comunican al recipiente G con la cisterna H; por otro lado el propio aire pasa por el conducto J hacia la caja eólica, que es la que distribuye el aire hacia los tubos sonoros. Al soltar la presión sobre el mango A el émbolo B desciende por su propio peso y la válvula E se abre mientras que la válvula F se cierra permitiendo una nueva entrada de aire exclusivamente en el cilindro lateral C. De modo que mientras esta fase de amortiguación se produce, el propio peso del agua desplazada hacia arriba en la cisterna H hace que ésta descienda y se introduzca a través de los orificios I en el recipiente G hasta igualar el nivel inicial con lo que consigue que el aire siga enviándose por el tubo J hacia la caja eólica. Estos dos movimientos simultáneos producen una corriente de aire contínua con un salto levemente perceptible.
Ahora bien, estando el aire a presión en la caja eólica, ésta distribuye el aire a los tubos mediante un mecanismo de orificios móviles. El dedo pulsaba la palanca en A, que haciendo eje en B empujaba el extremo C hacia delante hasta hacer coincidir el orificio D con la salida E de la caja y la entrada al tubo sonoro. Un material elástico F atado a un cordel sostenía en tensión el brazo de la palanca C para que al soltar la tecla ésta recuperase su posición inicial.
Al no saber con certeza los materiales usados en su construcción, tampoco es posible inferir cómo sonaba realmente el Hydraulis, cuál era su timbre. Por otra parte tampoco parece haber una forma clara de saber cómo se afinaba.
Las opiniones de los diversos expertos se encuentran divididas ya que unos afirman que era diatónico, y otros que era cromático, lo cual unido a que sólo se poseen representaciones, las cuales al ser esquemas convencionales, no termina por aportar mucha luz al respecto. No obstante, sí que parece que se trataba de un instrumento de tesitura aguda, cuyo sonido fuerte y penetrante resultaba muy adecuado para los espectáculos al aire libre en que era utilizado.
1 comentarios:
El mecanismo de funcionamiento parece asemejarse al de las gaitas gallegas o escocesas, verdad?
Leyendo algo sobre Arquímedes, hace tiempo, recuerdo que, por lo visto, algún subordinado suyo (supongo que sería algún ingeniero o mecánico, o algo similar) creó el susodicho instrumento.
Debió tener, por sus características, gran repercusión en su época, hasta trascender a nuestros tiempos.
Enhorabuena por el blog; es interesante y novedoso. Seguiré leyendo.
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